Fueron muchos años de lucha, proyectos archivados en el Congreso de la República, muchos sueños frustrados.Y a través de ese camino, muchos de nuestros guerreros perdieron la batalla.
La aprobación de la ley Ana Cecilia Niño es la mayor muestra de que en Colombia los sueños sí se hacen realidad, que la salud está por encima de los intereses económicos, que el Congreso sí puede legislar por la vida.
Hoy por fin podemos decir: lo logramos!
Lo logramos por a Ana, por Raul, por Luis, lo logramos por los familiares de todas las víctimas y sobre todo, lo logramos por nuestros niños y jóvenes, por esas generaciones que tienen derecho a vivir en una Colombia con un aire puro, en una Colombia Sin Asbesto!